lunes, 16 de mayo de 2022

ACTO 13

(Lunes, a eso de las cinco y media de la tarde. Falto de inspiración, el Señor S. se deja seducir, sin oponer ningún tipo de resistencia, por la pasión más poderosa de todas las que existen, a saber, la pasión de la pereza)

SEÑOR S: ¡Ah, la pereza! Descrita por Samuel Beckett como la más poderosa de las pasiones. ¡A ti me entrego, oh pereza, en esta aletargada tarde! ¡Tarde de sopor y torpor! 

(El Señor S. se levanta, hojea algunos libros. Un portazo le sobresalta. Debería, al menos, recoger los platos del lavavajillas. Pone Murder of the Universe, un disco de King Gizzard & The Lizard Wizard. Piensa en leer Una mirada a la oscuridad, de Philip K. Dick. Sacó el libro de la manicoblioteca y seguramente ya debería haberlo devuelto. Siempre devuelve todo con un retraso considerable, al contrario que la Señora C.)

SEÑOR S: Simone Weil consideraba la pereza una tentación que debía ser vencida y desarrolló una serie de estrategias para no sucumbir ante tan poderoso enemigo. ¡Pero yo no he mandado a mis naves a luchar contra los elementos!

SEÑORA C: Repelente, ¿a cuánta gente piensas nombrar en este fragmento?

SEÑOR S: Prometo que no habrá más citas ni más namedropping.

SEÑORA C: Eso habrá que verlo.

SEÑOR S (prosigue su encomio de la pereza): ¡Gloria al cuerpo improductivo del perezoso! ¡Loados sean los que no se afanan en imponer su voluntad! El perezoso es un espíritu contemplativo y su no hacer nada es gozosa quietud, serenidad inmarcesible. Norman Cohn en su libro En pos del milenio habla de...

SEÑORA C (con mirada irónica): Ejem...

SEÑOR S: Ultimísima cita, lo prometo. Habla, digo, de una secta medieval llamada los alumbrados o los dejados, que no creían en la propia voluntad.

SEÑORA C: ¿Y?
 
SEÑOR S: Nada, solo quería soltar ese dato. Es una secta muy chula de anarquistas místicos.

(El Señor S. mira el móvil. La Señora C. le cuenta sus andanzas bibliotequiles. El Señor S. echa un poco de menos la manicoblioteca aunque ahora tenga mucho tiempo libre para parlotear sobre remotos y heréticos movimientos místicos. Finalmente, decide levantarse y recoger el lavavajillas)

(A decir verdad, el Señor S. solo ha recogido el lavavajillas en la ficción teatral. En la realidad material, extratextual, aún no se ha movido del sofá)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ACTO 34 o Angustia cósmica (¡Disyunción inclusiva!)

(Vuelven a la Señora C. esas desasosegantes sensaciones que en pleno 2023 ha tenido a bien embutir en el pequeño sintagma nominal "angu...